El turismo es una de las principales actividades a nivel mundial. Viajar es una de las mejores maneras para poder conocer otras culturas, visualizar nuevos paisajes y generar experiencias de vida. El aumento de las conexiones entre diferentes países (y destinos), así como los avances tecnológicos en transportación y servicios han permitido que sea cada vez más fácil desplazarse por todo el mundo. De esta manera, el turismo se ha convertido en un eje de desarrollo económico para comunidades de todos los tamaños. Esta actividad impacta desde las más grandes ciudades hasta regiones que cuentan con decenas de habitantes.
Como cualquier actividad humana, el turismo implica el uso de diferentes recursos para poder satisfacer las necesidades de quienes se desplazan temporalmente de un lugar a otro. Si bien el impacto de esta actividad es menos visible en ciudades donde la actividad humana es plena, en destinos con mayor interacción con áreas naturales como las playas, bosques, montañas, etc. las consecuencias del turismo y de las actividades relacionadas con éste suelen ser mucho más visibles y, a la larga, impactar negativamente en ellos. De esta manera, los conceptos de ecología y sustentabilidad se han ido convirtiendo en parte fundamental del desarrollo turístico. Las poblaciones, empresarios y gobiernos locales de diferentes destinos turísticos se han dado cuenta que para poder mantener su principal fuente de sustento a futuro es necesario preservar la riqueza natural que les rodea. ¿Qué serían los destinos de playa sin un mar cristalino y lleno de vida?, o, ¿los destinos de montaña sin bosques y lagos que los cobijen? Simplemente perderían gran parte de su atractivo.
Así, el concepto de Ecoturismo ha ido ganando relevancia en las últimas décadas. El objetivo de esta modalidad de turismo es lograr un balance entre el disfrute humano de las áreas naturales y su conservación. Es una modalidad de turismo sustentable. Así, el ecoturismo al incluir el concepto de sustentabilidad también vincula a las poblaciones locales, de manera que la actividad turística pueda ser motor de sus economías y pueda contribuir con su desarrollo sin comprometer la riqueza natural que les rodea.
Otro enfoque relevante del ecoturismo es que procura la conservación de la cultura y tradiciones de las poblaciones locales donde se desarrolla. Si bien, su fundamento está en la conservación y exploración de los ambientes naturales de diferentes regiones, el acercamiento a las poblaciones humanas presentes en ellas también es imprescindible. Así es posible lograr un mayor entendimiento de la relación positiva entre el humano y la naturaleza, además de contribuir a que costumbres y tradiciones puedan preservarse.
Debido a su ubicación geográfica y a su diverso relieve, México tiene una gran diversidad de ecosistemas, que van desde lo más alto de las montañas hasta los mares profundos, pasando por desiertos y arrecifes de coral, bosques nublados y lagunas costeras. Esto lo hace un país ideal para poder adentrarse en la naturaleza y disfrutar de diferentes paisajes. Además, México tiene una historia rica de poblaciones nativas que han logrado convivir en armonía con la naturaleza desde tiempo ancestrales. Las tradiciones y cultura también conforman un atractivo relevante en diferentes regiones del país.
Entre los ecosistemas presentes en México se encuentran:
Esto deja claro que la diversidad de climas y paisajes es amplia en México haciendo que el atractivo de diversas regiones del país aumente considerablemente. Además, no solo estamos hablando de paisajes compuestos por vegetación, montañas, mares, lagos, ríos o desiertos, también hay que considerar la impresionante fauna presente en cada uno de estos ecosistemas. De hecho, la observación y actividades conservación de fauna son una de las bases del ecoturismo.
Ahora bien, enfocándonos en la región de la Península de Yucatán y del Caribe Mexicano, principalmente en Cancún y Riviera Maya, los ecosistemas presentes son:
Indudablemente, la península de Yucatán y, por lo tanto, el Estado de Quintana Roo poseen una riqueza natural que los hace sobresalir de otras regiones de México. Si bien la mayoría del turismo nacional e internacional es atraído a Cancún y al resto de la Rivera Maya por las impresionantes playas rodeadas por el mar azul turquesa, existen aún más atracciones naturales que invitan a ser exploradas. Más allá de los hoteles y resorts, de los bares y restaurantes, de las zonas turísticas tradicionales, hay todo un mundo de flora y fauna por descubrir en la Riviera Maya. Esto hace que los destinos del Caribe Mexicano sean ideales para el ecoturismo. Además, vale la pena resaltar que la riqueza natural va acompañada de riqueza cultural pues Cancún y el resto de la Riviera Maya fueron parte del antiguo Imperio Maya. En la actualidad, aún existen comunidades mayas que mantienen vivas muchas de sus tradiciones ancestrales, así como el estrecho vínculo con la naturaleza que se ha forjado durante siglos de vida en la selva, en los manglares, en las islas y en otros recintos naturales.
Cancún y Riviera Maya pertenecen a la zona de la Península de Yucatán. Como mostramos previamente, en esta área conviven una gran diversidad de ecosistemas. Su ubicación cerca al mar, el clima, así como las características de su suelo calizo han favorecido la proliferación de vegetación exuberante que da hogar una gran cantidad de especies animales también. En 1997, se integró la iniciativa del Corredor Biológico Mesoamericano que engloba a los gobiernos de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y México. Esto con el objetivo de disminuir la fragmentación y mejorar la conectividad del paisaje y los ecosistemas; promover procesos productivos sustentables que mejoren la calidad de vida de las poblaciones humanas locales que usan, manejan y conservan la diversidad biológica. De esta manera, se dio impulso a la conservación de áreas protegidas en los estados de Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Oaxaca.
En el área aledaña a Cancún y la Riviera Maya existen diversas áreas protegidas entre las que destacan:
Queda claro que en las zonas aledañas a Cancún y Riviera Maya existen una gran cantidad de parques y reservas naturales en los que se pueden vivir experiencias únicas y contemplar paisajes inolvidables.
Ahora que ya tenemos más idea de donde es posible realizar ecoturismo en Cancún y Riviera Maya, revisemos cuales son las actividades que usualmente es posible realizar dentro de esta modalidad de turismo. La mayor parte de estas actividades son posibles de realizar en casi cualquiera de los parques que se han presentado previamente:
Cancún y la Riviera Maya se encuentran rodeados de diversos ecosistemas que albergan una gran cantidad de flora y fauna. Lograr avistamiento de aves y animales es relativamente sencillo. No obstante, es importante realizar esta actividad con guías capacitados, no hay que olvidar que adentrarse en la naturaleza requiere experiencia para lograr las condiciones pertinentes de seguridad y las mejores rutas de desplazamiento.
Se trata de realizar paseos para conocer las características de la vegetación de un área determinada. En este caso, la flora no solo es posible observarse, sino que en muchos lugares también se puede recolectar: semillas, flores, hongos, hojas, etc.
Algunas de las comunidades cercanas a los parques cuentan con criaderos de especies animales como cocodrilos o tortugas.
Algunas zonas en las áreas protegidas han sido acondicionadas para facilitar el paso de personas de tal manera que puedan apreciar con más facilidad la naturaleza. Algunos de estos camiones son transitables con caballos o bicicletas.
Los fondos marinos de la costa de Quintana Roo y, en general, de la Península de Yucatán ofrecen una gran cantidad de áreas para exploración. Si a eso le sumamos los diversos cenotes que se pueden recorrer, las posibilidades de exploración aumentan considerablemente.
Hay una gran cantidad de recorridos por las laguna y cenotes que se encuentran en las reservas naturales.