Si has oído hablar de la Riviera Maya, seguramente has oído hablar de Bacalar, la laguna de los 7 colores, uno de los destinos más pintorescos de México y el que tiene uno de los ecosistemas más fascinantes.
Los turistas han bautizado a
Bacalar se ubica en el sureste de México, en el estado de Quintana Roo. El estado que ya cuenta con Cancún, Tulum y Playa del Carmen.
Para llegar, puedes volar a Cancún o a la cercana ciudad de Chetumal, que también cuenta con un aeropuerto internacional.
Si estás visitando otros destinos en la Riviera Maya, puedes tomar un autobús ADO a Bacalar.
👉 Para saber más échale un vistazo a nuestro post sobre transporte público en Cancún y la Riviera Maya.
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Cancún es el más lejano, a 345 km de distancia, por lo que tardarás unas cuatro horas y media en llegar a Bacalar. La alternativa más rápida es rentando un auto.
Playa del Carmen está a unas tres horas y media de distancia, y Tulum está una hora más cerca.
Chetumal está a tan solo 40 minutos.
Ahora, permíteme explicar el significado del nombre: "la laguna de los siete colores".
Empecemos por el mito que cuenta la historia del origen de este fenómeno. Los mayas dicen que sus dioses eligieron a Bacalar por su belleza. Ellos querían usarlo como paleta para probar diferentes colores y aplicarlos más tarde en el mundo que los rodea. Y les salió simplemente genial.
Si prefiere una explicación más realista, las siete variaciones de color del azul turquesa se pueden atribuir a diferentes factores.
Primero, los diferentes tipos de suelos se ven de diferentes tonos en aguas poco profundas. También hay fosas de diferentes profundidades dentro de la laguna.
Además, la luz del sol que se descompone en diferentes ángulos también tiene algo que ver en el asunto. Entonces son los suelos diferentes, la profundidad variable y la luz solar lo que produce el fenómeno.
No sé tú, pero yo prefiero la versión de la leyenda maya... ✨ ✨ ✨
Solo ten en cuenta que después de los huracanes o incluso después de las grandes tormentas, el agua se vuelve color marrón y puede tomar algún tiempo hasta que se asiente y vuelva a su estado normal y “colorido”.
¿Hay algo más que ver o hacer además de los hermosos colores del agua? ¡Absolutamente!
Aparte de nadar y bucear en el lago, hay otras actividades acuáticas que puedes realizar, pero trata de evitar los deportes acuáticos agresivos que destruyen el ecosistema. Las empresas turísticas locales suelen ser muy conscientes de ello, pero siempre se puede encontrar a quien te ofrezca una moto de agua.
Elige mejor hacer paddle board, kayak, o navegar en velero para practicar un turismo de menor impacto.
👉 Para saber más sobre las actividades eco-responsables para realizar durante tus vacaciones en la Riviera Maya: da click aquí.
Mientras disfrutas del lago, no te pierdas los estromatolitos, los fósiles más antiguos de la Tierra. Parecen formaciones rocosas normales con algas, pero son testigos vivos del mundo antiguo. Son sumamente importantes para el ecosistema y nunca debes pisarlos.
También puedes nadar en
Caminar alrededor del lago o andar en bicicleta también son excelentes actividades. También se puede visitar el Fuerte San Felipe, construido a principios del siglo XVIII para defender el lugar de las constantes incursiones piratas. Puedes además pasar un tiempo en el sitio arqueológico de Chacchoben, que alberga un antiguo asentamiento maya.
Si quieres más adrenalina, no te pierdas las tirolinas Kan-Kin para sobrevolar la jungla maya durante casi un kilómetro y medio. ¡Durante el vuelo, podrá observar la Laguna de Bacalar!
La ciudad de Bacalar en sí no es grande, pero hay muchos hoteles nuevos para elegir. Puedes dormir en un hotel frente al lago, un hotel boutique o uno ecológico.
¡Hay algo para todos!
Para comer, vete al Zócalo para encontrar algunos puestos de comida locales y restaurantes más grandes. Solo recuerda, es una ciudad pequeña, no esperes nada lujoso, pero puedes estar seguro de que tendrás una comida excelente y deliciosa.
Definitivamente deberías poner Bacalar, la Laguna de Siete Colores, en tu lista de visitas obligatorias.