Como probablemente habrás escuchado alguna vez, Chichen Itza es una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno y una gran atracción turística que recibe más de 2.5 millones de visitantes anualmente. Sin embargo, ¿cómo es que esta magnífica ciudad llegó a existir? ¿Cuándo fue que los mayas decidieron establecerse en esta zona específica de la península de Yucatán? Y quizás más importante que cualquier otra pregunta ¿por qué aquí y por qué en aquél preciso momento?
Siéntate cómodamente en tu sofá, porque te voy a llevar a través de un increíble viaje a través del pasado de Chichén Itzá. Un viaje repleto de ingenio humano, inevitables guerras y extraordinarios descubrimientos astronómicos y matemáticos.
Los Itzá son un linaje maya que persiste hasta nuestros días. De acuerdo con un censo realizado en el 2002, había 1,983 pobladores étnicamente Itzás que todavía mantienen diversos elementos de su antigua cultura. De manera alarmante, el lenguaje Itzá estaba casi extinto para las últimas décadas del siglo XX, pero distintos esfuerzos realizados para salvar esta lengua históricamente importante logró aumentar el número de hablantes del Itzá hasta casi 1,000 personas en años recientes.
Como te podrás imaginar, la razón por la que estoy hablando de los Itzá es porque ellos son el pueblo que fundó Chichén Itzá en algún momento entre los siglos V y VI de nuestra era. La fecha más comúnmente aceptada de la fundación de Chichén Itzá es alrededor del año 550 d.C., aunque algunas estimaciones se van hasta el año 435 d.C.
Cualquiera que haya sido la fecha exacta, los Itzás eligieron este sitio específico en la selva yucateca debido a su fácil acceso a agua dulce, gracias a la multitud de cenotes existentes en el área. Los cenotes son piscinas naturales de agua dulce conectadas entre sí a través de un sistema de ríos subterráneos, que tenían un significado místico para los mayas.
El linaje de los Itzás parece haberse originado en las ciudades mayas de Guatemala, durante el Periodo Clásico que cubre del 2,500 a.C. al 250 d.C. El colapso de este periodo de ciudades mayas establecidas en el territorio que hoy forma parte de Guatemala, probablemente causó que los Itzás buscaran nuevas tierras y migraran hacia el norte, hacia la península de Yucatán, donde fundaron su nueva capital, una ciudad como ninguna otra en el mundo, una ciudad que intimidar y fascinaría a los foráneos por más de mil años: la gran Chichén Itzá.
Aunque los Itzás fueron eventualmente expulsados de su propia ciudad (más sobre esto más adelante), el nombre que le dieron a esta magnífica ciudad los mantendrá siempre en la memoria histórica. En la lengua Itzá la palabra Chichén se traduce como “boca del pozo”, lo que hizo sentido cuando en 2015 un grupo de científicos descubrieron que el famoso Templo de Kukulkán está construido sobre un cenote escondido. Por otra parte, Itzá se refiere al propio nombre del pueblo que fundó la ciudad, aunque algunas otras versiones señalan que los Itzaes eran “brujos del agua” que jugaban un papel predominante en su cultura y que fueron quienes decidieron establecer la ciudad en este sitio específico.
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Desde su fundación y hasta alrededor del año 900 d.C., los Itzás desarrollaron la ciudad alrededor del cenote Xtoloc, estableciendo un estilo arquitectónico conocido como Puuc. Entre los edificios que sobreviven con este estilo, los arqueólogos cuentan el famoso observatorio El Caracol, la Casa de las Monjas y la Casa Roja. Esta sección de la ciudad se conoce ahora como Chichén Viejo.
En lo que los arqueólogos concuerdan es que para el inicio del periodo Clásico Temprano de la ciudad, alrededor del año 600 d.C., Chichén Itzá había logrado prominencia regional y comenzó a dominar a otras ciudades cercanas tales como Cobá y Yaxuná, que se encontraban en un largo proceso de decadencia.
Esta etapa inicial en el desarrollo histórico de Chichén Itzá puede verse como una continuación de la cultura maya de las ciudades guatemaltecas del periodo Clásico. Sin embargo, alrededor del año 900 d.C. pueblos migrantes provenientes del norte cambiarían la historia de Chichén Itzá para siempre.
Sobre quiénes eran estos pueblos no hay una respuesta definitiva. Algunas versiones mencionan que eran grupos Putún del área de Campeche, otros hablan de una conexión Chontal. Sin embargo, en lo que todos concuerdan es que estos extranjeros tenían una fuerte influencia de la civilización tolteca que dominó México central desde el 950 hasta el 1150 d.C.
Los mismos toltecas son considerados el pueblo que saqueó y quemó la espectacular ciudad de Teotihuacán y desarrollaron el culto a Quetzalcóatl o “La Serpiente Emplumada”. Lo que sí sabemos es que trajeron este culto y muchos otros elementos de su cultura a la península de Yucatán e influyeron fuertemente a las ciudades mayas de aquel tiempo.
Los Itzás fueron los grandes perdedores de este proceso histórico, ya que perdieron el control sobre la gran ciudad que habían fundado y la mayor parte de ellos regresaron a las tierras bajas de Guatemala. Chichén Itzá vio entonces una nueva era de esplendor y un renovado estilo arquitectónico que incorporaba la nueva estética y creencias religiosas toltecas.
Así fue como el gran Templo de Kukulkán, también conocido como El Castillo fue construido. Kukulkán es la versión maya de Quetzalcóatl y también se representa como una serpiente emplumada, una serpiente que se puede ver cómo se forma con los rayos del sol iluminando las escaleras de la pirámide durante los equinoccios de primavera y otoño. Este fascinante espectáculo atrae miles de visitantes a la ciudad cada vez que se acerca uno de los equinoccios, pero es también la innegable evidencia de que los toltecas tomaron el control de Chichén Itzá.
Durante el periodo tolteca otros edificios impresionantes fueron construidos, tales como el Templo de los Guerreros y las Mil Columnas . Quizá más significativo aún sea el campo de juego del ritualístico Juego de Pelota conocido como ollama en náhuatl (la lengua azteca) y como pok-ta-pok en maya. El campo de juego es el más grande en todas las Américas y otro claro signo de la influencia tolteca en todos los aspectos de la cultura maya desarrollada en esta etapa tardía de la ciudad.
Quizás el personaje histórico más famoso de Chichén Itzá sea el gran Hunac Ceel. De nuevo, diferentes fuentes cuentan distintas versiones de la historia, pero de lo que podemos estar seguros es de que Hunac Ceel conquistó Chichén Itzá en algún momento.
Algunas fuentes señalan que Hunac Ceel tenía fuertes antecedentes toltecas, mientras que otras dicen que los Itzás fueron quienes decían descender de los toltecas. Lo que sí sabemos es que Hunac Ceel ganó la batalla y fundó la dinastía Cocom en Chichén Itzá.
El Chilam Balam cuenta parte de la historia de Hunac Ceel. El Chilam Balam de Chumayel es un libro escrito en los siglos XVII y XVIII en lengua maya, pero utilizando el alfabeto latino, que narra la historia de la cultura maya y recopila todo tipo de conocimientos mayas, incluidos sus rituales, calendario y descubrimientos astronómicos.
De acuerdo con el Chilam Balam , Hunac Ceel atacó Chichén Itzá porque alguien de esta ciudad secuestró a la novia del líder de la ciudad de Izamal. Apoyado por sus aliados mexicanos (los toltecas), Hunac Ceel saqueó Chichén Itzá y se convirtió en el líder de Mayapán, la ciudad que empezaría a dominar el escenario maya hasta unas cuantas décadas antes de la llegada de los conquistadores españoles.
La leyenda señala que los Itzá tomaron a Hunac Ceel prisionero y lo sacrificaron a los dioses en el cenote sagrado de Chichén Itzá. Sin embargo, Hunac Ceel logró sobrevivir una noche completa en el agua y después pronunciaría la profecía de la destrucción de Chichén Itzá.
En 1963, Hollywood inmortalizó este evento histórico en la película “Reyes del Sol” con el famoso actor Yul Brynner y Leo Gordon en el papel de Hunac Ceel.
Las historias de la decadencia de Chichén Itzá no son exactas. Por un lado, el Chilam Balam menciona el siglo XIII como el tiempo de la conquista de Chichén Itzá por Hunac Ceel. Por otro lado, los arqueólogos consideran que Chichén Itzá ya había perdido gran parte de su importancia para el siglo XIII y que Mayapán adquirió tanta importancia precisamente por el vacío de poder que existía en la región.
Lo que sí es seguro es que para el siglo XIII, Mayapán era la principal ciudad en la región, aunque Chichén Itzá y su Cenote Sagrado aún se mantenían como sitio de peregrinaje entre los mayas en la época de la llegada de los españoles en el siglo XVI.
Chichén Itzá permaneció “viva” y habitada por más de 1,000 años y dejó una marca indeleble en la civilización maya y, como consecuencia de ello, en la nueva cultura desarrollada con mezcla de las culturas española y los distintos pueblos indígenas que habitaban el territorio que hoy forma parte de México.
Los modernos ciudadanos mexicanos son muy conscientes de su herencia maya y, especialmente en la península de Yucatán, lo viven como un honor. Chichén Itzá es quizás el más grande ejemplo de esto, y cuando tengas la oportunidad de visitarla y apreciar la grandiosidad de esta ciudad, podrás entender el por qué.